El faro se encuentra situado en el cabo de donde toma su nombre. El proyecto se aprobó por O.M. del 9 de octubre de 1982 y finalizó en marzo de 1984. Es una torre cilíndrica de tipología normalizada construida de hormigón armado de 3 m de diámetro y 12,70 m de altura de color blanco con franja roja, con dos balconcillos bolados de 4,70 m de diámetro y linterna de 2,25 m de diámetro. La primera instalación fue eléctrica con equipo de gas auxiliar y estaba compuesta de un sistema de dos ópticas dióptricas superpuestas de 500 mm que llevan en foco una lámpara de incandescencia cada una. En caso de fallo de energía eléctrica había, en el interior, un destellador de boquillas múltiples que entraba en servicio automáticamente. Disponía también de dos grupos electrógenos como reserva, alojados en una caseta exterior rectangular.
A partir de 1993, el faro sufrió una profunda reforma después de ser adoptado por la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao. En primer lugar desapareció la caseta exterior, que afeaba el entorno, y con ella los grupos electrógenos. Después se reformó todo el equipo del faro manteniéndose sólo las dos ópticas y desapareciendo el gas acetileno. Se colocó un sistema de lámparas halógenas y baterías, que en caso de fallo de suministro de red eléctrica, alimentaba la lámpara de reserva. El faro fue monitorizado para ser controlado por ordenador desde el centro de control situado en el puerto de Ferrol. En el año 2009 el ciclón Klaus destrozó la línea aérea eléctrica que suministraba electricidad al faro, por lo que se optó en el año 2010 por la instalación de un equipo luminoso dotado de tecnología LED con bajo consumo, 18W, que permite utilizar la energía solar. También se sustituyeron las ópticas que tenía por un sistema giratorio formado por dos ópticas de paneles Fresnel superpuestas.