LA RECTA FINAL DE LAS OBRAS DE LA SENDA PEATONAL Y EL CARRIL BICI OBLIGAN A CORTAR AL TRÁFICO DESDE EL 10 DE JUNIO LA CARRETERA BAJA DEL PUERTO
Los vehículos que circulen en dirección a la entrada de la ciudad podrán llegar hasta la rotonda del puerto interior y, desde allí, acceder a través de la Carretera Alta mientras duren las restricciones
Los peatones podrán seguir transitando por el vial a través de un itinerario habilitado en el lado más pegado a la ciudad
La Autoridad Portuaria pide disculpas por las molestias que pueda ocasionar esta medida que se adopta para reforzar la seguridad y que se prolongará durante aproximadamente cuatro o cinco semanas
Ferrol, 5 de junio de 2024
La recta final de las obras de construcción del carril bici y la senda peatonal en la fachada marítima provocarán cambios temporales en el tráfico rodado. A partir del próximo lunes, 10 de junio, la Carretera Baja se cortará a la circulación rodada durante las próximas semanas. Una medida que se adopta con el objetivo de reforzar la seguridad en la recta final de los trabajos.
Se ha establecido un itinerario alternativo por la Carretera Alta para los conductores que circulen en dirección entrada a la ciudad. Los vehículos podrán acceder hasta la rotonda del puerto interior para, desde allí, acceder a la ciudad y a la zona de Curuxeiras a través de la Carretera Alta. Los peatones, por su parte, podrán seguir transitando por la Carretera Baja a través de un itinerario seguro que se habilita por el lado del vial más cercano a la ciudad. Los itinerarios alternativos, tanto para el tránsito rodado como peatonal, estarán debidamente señalizados.
La Autoridad Portuaria pide disculpas por las molestias que esta medida pueda ocasionar y que tratará de minimizar en la medida de lo posible. Se trata de una restricción temporal adoptada con el objetivo de reforzar la seguridad para conductores y peatones en la recta final de los trabajos, ya que la construcción del carril bici obliga a ocupar parte de la calzada. Se estima que la Carretera Baja podrá abrirse de nuevo al tráfico de vehículos en el plazo de cuatro o cinco semanas. El organismo portuario es consciente de la incomodidad que esta decisión puede ocasionar pero que es necesaria para la finalización de unas obras que supondrán un cambio en la fachada marítima de la ciudad, ganar espacio público para la ciudadanía y facilitar la movilidad sostenible.